PRESENTACIÓN
Han pasado poco más de 20 años desde que el 10 de febrero de 1996 entró en vigor la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), transposición de la Directiva Marco 89/391/CEE. Es por tanto un buen momento para hacer balance de un periodo que comenzó con una subida importante de los índices de incidencia en los primeros 4 años, y continuó con una bajada casi ininterrumpida aunque con intensidad variable, hasta 2013, a partir de cuando la siniestralidad a vuelto a repuntar.
Muchos han sido los
esfuerzos realizados por todos, trabajadores, empresas, administraciones y
técnicos de prevención, y en general el balance es positivo, con cambios
significativos no solo en la gestión preventiva en las empresas, sino en la
cultura de la seguridad en la propia sociedad en su conjunto. Esto además se ha
producido en un contexto cambiante, con el uso masivo de las tecnologías de la
información y la comunicación, la utilización de nuevas tecnologías y equipos,
materiales y productos químicos, la intensificación de nuevas formas de
organizar el trabajo (mayor subcontratación, externalización de actividades,
incremento de los trabajadores autónomos y la aparición de los dependientes, teletrabajo,
etc.), inmigración, cambios en la regulación del trabajo, etc.
Al mismo tiempo una
profesión prácticamente nueva ha sido creada junto con unas necesidades de
formación y capacitación acordes con la misma. Así, se comenzó con una
formación de nivel universitario que podía ser impartida por entidades
acreditadas, no necesariamente universitarias, y en la actualidad la formación
es ya exclusivamente de tipo universitaria. También se crearon los servicios de
prevención ajenos en sus diferentes modalidades, los coordinadores de seguridad
y salud en la construcción, los recursos preventivos, etc. Junto con esto, la
investigación ha ido aumentando, aunque precisa de un mayor impulso.
Muchas cosas se han hecho
y las mejoras son evidentes, sin embargo el repunte de los índices desde hace
unos pocos años nos advierte que no debemos bajar la guardia y que quizás algo
no se está haciendo del todo bien recientemente. A nadie se le escapa que
quizás la crisis y sus efectos son en parte culpables de este cambio de
tendencia.
Para celebrar estos 20
años, reivindicamos un análisis en profundidad de la situación a fin de definir
los nuevos cauces de acción con una actitud constructiva y proactiva, y para
empezar dedicamos este año nuestra jornada anual, la VII Jornada Anual de la
Cátedra de Prevención y Responsabilidad Social Corporativa de la Universidad de
Málaga, a realizar un balance del periodo y a analizar las principales
tendencias para el futuro.
Esperando contar con tu
presencia el 30 de mayo, recibe un cordial saludo
Juan Carlos Rubio Romero
Doctor Ingeniero
Industrial
Catedrático de
Universidad